En ANCHA Castilla siempre hacemos mucho hincapié en la naturalidad de nuestros productos. En su origen casero y ecológico, como no puede ser de otra manera en una gastronomía como la castellano-manchega.

Incluso nos recreamos en su excelencia a pesar de su origen humilde, ya que esa humildad tan característica de nuestra gente ha conseguido que platos y productos naturales se hayan mantenido ricos y sabrosos, casi sin pervertir industrialmente, durante muchos años.

Sin embargo, la popularización del término “ecológico” en los envasados de muchos productos alimentarios, fruto de una demanda en los compradores más jóvenes y en mujeres preocupadas por la alimentación de sus hijos, ha logrado que su significado se haya tergiversado.

¿Es lo mismo un producto natural que ecológico? ¿Son los productos ecológicos buenos? ¿Cualquier producto alimenticio puede ser ecológico? ¿Es mejor comer productos ecológicos que otros que no los son? ¿Está justificado su precio?

Vamos a intentar aclarar un poco todos estos conceptos.

¿Qué es un producto ecológico?

Un producto ecológico es un producto que se ha cultivado o producido siguiendo un reglamento europeo específico para alimentos ecológicos.

Entre los puntos más importantes que se deben seguir para conseguir esta denominación están:

  • Cultivos: no se pueden utilizar fertilizantes, pesticidas o otras sustancias sintéticas, y tampoco transgénicos
  • Ganadería: se debe garantizar el bienestar de los animales, cuya alimentación debe estar basada en productos ecológicos; el uso de medicamentos está muy restringido
  • Procesados: no se pueden utilizar aditivos sintéticos (con algunas excepciones), grasas o productos transgénicos.

¿Son más saludables los productos ecológicos?

Sin duda, es la gran pregunta que se hacen los consumidores.

Hay muchos estudios contradictorios, a favor y en contra.

No se debe a intereses de ningún tipo esta disparidad de resultados, sino a la dificultad comparativa. Comparar para un estudio un tomate natural, recogido de un huerto, con uno que lleva dos meses refrigerado puede deparar resultados muy distintos dependiendo de muy diversos factores que afectan al producto elegido para analizar.

Verduras ecológicas

En cualquier caso, la mayoría de estudios coinciden en que, proporcionalmente, los productos ecológicos suelen ser relativamente mejores. Debido a que contienen más materia seca y más nutrientes, sobre todo minerales y antioxidantes como polifenoles. Y menos metales tóxicos, como el cadmio.

En cuanto a la ganadería, la carne ecológica contiene muchos menos fármacos y antibióticos debido a la aplicación de la normativa en su producción. Y suele presentar un perfil de grasas más saludable, con menos grasas saturadas.

Evidentemente, la aplicación de la normativa en la medida en que se lleva a cabo correctamente, consigue que el contenido en pesticidas y agrotóxicos resulte mucho menor en los productos ecológicos. Un beneficio colateral de la producción ecológica, es que resulta más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Ahora bien, aquí llega la gran controversia: ¿ecológico significa más sano?

Rotundamente, no. Hay productos ecológicos ultraprocesados o bebidas refrescantes de producción ecológica que por su alto nivel de calorías son muy poco recomendables para una dieta equilibrada.

Además, como ya hemos aclarado, ecológico no significa exento de pesticidas o productos químicos, sino que sólo hacen uso de los permitidos por su seguridad y de un modo controlado.

¿Es lo mismo producto ecológico que de proximidad?

Es otra confusión frecuente entre los consumidores. La respuesta vuelve a ser no.

Un producto ecológico puede venir de la otra parte del planeta. Si cumple las normativa de la Unión Europea al respecto, puede ser etiquetado como ecológico.

Del mismo modo pasa en sentido contrario. Un producto local o de proximidad no es necesariamente mejor o puede ser catalogado como ecológico. Puede estar producido o cultivado en las peores condiciones.

Sin embargo, lo que suele ser una combinación ganadora es que un producto sea ecológico y de proximidad. Que el punto de venta esté cercano al de producción suele conllevar que se necesiten menos tratamientos de conservación, transporte, refrigeración, etc. Por tanto, que conserve más propiedades nutricionales y organolépticas (sabor, textura…). Y además, su ciclo hasta llegar a la cocina del consumidor es más respetuoso por el medio ambiente y favorece el comercio y a los productores locales.

¿Cómo saber si un alimento es ecológico?

logo ecológico

Logo Producto Ecológico

Todos los productos ecológicos están obligados a llevar una seña de identidad propia, un etiquetado que especifica aspectos como el país donde se ha envasado o el código del organismo o autoridad de control.

Como en el momento de la compra será muy difícil pararse a buscar estos detalles leyendo en la etiqueta, lo más sencillo será comprobar si en la etiqueta encontramos el logo distintivo de producto ecológico de la UE: una hoja de estrellas blancas sobre fondo verde.

¿Por qué los alimentos ecológicos son más caros?

Otra gran pregunta de los consumidores, que notan que su cesta de la compra aumenta considerablemente si intentan comer más sano.

Como has comprobado a lo largo del artículo, aplicar la normativa europea para conseguir productos ecológicos a los productores les implica unos costes mucho más altos. Además, el rendimiento del producto es menor porque en la mayor parte de los casos, la demanda en muchos países aún no se ha extendido. En países y ciudades donde el donde el consumo de productos ecológicos está más normalizado, los precios son mucho más bajos.

Afortunadamente en España su demanda está creciendo paulatinamente. Y con ella, la aparición de algún supermercado ecológico online que facilita enormemente la selección de estos productos con total seguridad en la compra y en el envío a casa.

Recuerda, que en la tienda online podrás encontrar una selección del mejor aceite de oliva virgen extra ecológico procedente de cultivos 100% certificados y situados en la región de Castilla-La Mancha.

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