Esta vez no podemos decir que se trate un dulce típico manchego. Pero como en nuestra tierra es muy típica la cocina de aprovechamiento, es normal que la receta de torrijas sea muy popular, ya que sus ingredientes son muy sencillos y es raro que en cualquier hogar manchego no los haya.

Afortunadamente los postres industriales y más light, ecológicos y saludables, no han podido con ellas. Se han refugiado en festividades como la Navidad y la Cuaresma por toda España, aunque en Castilla-La Mancha suelen hacerse en Semana Santa.

Cómo hacer torrijas

En nuestra ancha Castilla-La Mancha es normal tomarlas con canela o miel y, cada vez más frecuentemente, con relleno de crema o nata. Incluso hay quién las hace vegetarianas, con leche de soja y garbanzos, porque gente osada hay en todas partes.

Pero a nosotros no nos gustan las sorpresas y cuando llegan esos días de marzo y abril, nos gusta encontrarnos el contundente, blando y saciante dulce sabor de la torrija tradicional en la boca.

Ingredientes para hacer torrijas

  • Una barra de buen pan, en algunos pueblos los hacen especial para torrijas, también puedes hacer Pan de Brioche casero, ideal para este postre.
  • Medio litro de leche, preferiblemente entera, aunque puedes usar cualquiera.
  • Canela en rama y cáscara de naranja.
  • Huevos.
  • Azúcar.
  • Canela molida.
  • Aceite de girasol.

Receta de torrijas, paso a paso

  • Corta la barra de pan en rodajas de unos 2 cm. de grosor.
  • En un cuenco pon la leche, previamente infusionada con la ramita de canela y la cáscara de naranja y dejándola enfriar.
  • En otro cuenco pon los huevos batidos.
  • Mezcla en un plato azúcar a gusto y abundante canela molida y reserva la mezcla.
  • Ahora, pasa cada rodaja de pan primero por leche, después por el huevo y la pones a freir en una sartén honda con aceite abundante (puede ser aceite de girasol).
  • Mantén el fuego fuerte mientras metes las rebanadas y, cuando ya no puedas poner más, baja el fuego un par de puntos hasta que queden doradas, compactas (no duras) y apetecibles.
  • Sácalas de la sartén escurriendo bien el aceite y déjalas secar en un plato.
  • Cuando estén secas pero no frías, rebózalas en el plato donde tienes mezclada el azúcar y la canela.

Si alguien es reacio a comer torrijas prueba esto: a la leche donde empapas las torrijas le añades un chorro de brandy, crema de café tipo Baileys o crema de orujo. Haz una tanda solo de este modo y encontrarás que muchos que no repiten postre, de repente, se verán atraídos por las que están hechas con este ingrediente secreto.

Origen de las torrijas

Buñuelos, pestiños, rosquillos, la mona… y las torrijas, todos ellos son dulces típicos de Cuaresma y Semana Santa, pero… ¿esto siempre ha sido así?

Lo cierto es que no, aunque no conocemos con exactitud el origen de las torrijas, ya que encontramos varias y diversas referencias. Lo que sí sabemos es que originariamente sobre los años 1600, debido a su poder calórico, se preparaban estos dulces a las parturientas para favorecer su recuperación en el posparto, tras haber dado a luz.

Y, ¿en qué momento pasaron a convertirse en el dulce típico de Semana Santa? Al ser un alimento que aportaba mucha energía, y que se hacía con ingredientes básicos, baratos y asequibles, como es el caso del pan duro que sobraba; comenzaron a incluirse como alimento en la Cuaresma, para compensar los períodos de abstinencia, propios históricamente de esta época.

Ahora es tiempo de torrijas, y ya que este año no será posible disfrutar de este periodo de vacaciones viajando, te animamos a preparar torrijas, porque… Tu Semana Santa no empieza hasta que te comes una Torrija.