En torno al Día de los Santos y el posterior Día de los Difuntos se celebran en España una serie de tradiciones entre las que, sin duda, la más destacada es visitar el cementerio para recordar a de los seres queridos que ya no están a nuestro lado. Eso sí, quizá este año los camposantos no tengan tanto trasiego como en años anteriores, debido a las nuevas medidas para frenar la pandemia del covid19 que estamos sufriendo.

 

Origen de la festividad

El día 1 de noviembre, se celebra el Día de Todos los Santos y el 2 de noviembre, el Día de los Fieles Difuntos; en España y en el resto de países católicos de origen latinos, ya que es una festividad cristiana, donde se conmemora la santificación de los difuntos.

El origen histórico de este día se remonta al siglo IV, fue entonces cuando en la Gran Persecución, el Imperio Romano llevó a cabo un sangriento asedio contra los cristianos, fueron muchos los muertos y la Iglesia Católica decidió considerarlos como mártires. Fue el Papa Gregorio IV, que a mediados del siglo IV fijó el día en el 1 de noviembre, como día para venerar a todos estos mártires.

Y en la actualidad esta festividad sigue muy presente entre todos los fieles cristianos, que cada año llevan flores a las tumbas de sus seres querido ya fallecidos.

 

Halloween

La tradicional fiesta de Halloween que acompaña al Día de Todos los Santos se ha ido incorporando cada vez más en las tradiciones de muchas provincias españolas, aunque la festividad no es realmente la misma.

Halloween se celebra la noche del 31 de octubre, víspera de Todos los Santos. Hablamos de una celebración pagana europea, que celebraba el fin de la cosecha. Era considerado como el año nuevo celta, que daba paso a la estación oscura. Fue a mediados del sigo XIX cuando la celebración se hizo famosa en Estados Unidos, ya que inmigrantes irlandeses la llevaron al país americano. Esta fiesta ha ido evolucionando a lo largo de los años con las influencias americanas y lo que actualmente se celebra es la unión del mundo de los vivos y el reino de los muertos.

La decoración temática se asocia con los colores naranja, negro y morado y cada actividad a realizar está ligada a personajes fantásticos como los fantasmas y las brujas, además de las indispensables calabazas decoradas de caras aterradoras. Lo más típico en esta noche, y que cada vez está más instaurado en la cultura española, es que los niños se vistas con sus terroríficos disfraces y recorran las puertas jugando a Truco o Trato, para así llenar sus bolsillos de ricos dulces.

 

Celebración y gastronomía

El Día de Todos los Santos es un día festivo en todo el país, y se suele pasar en familia. Además de la fundamental tradición de llevar flores a los difuntos, como todas las demás festividades españolas están ligadas a la gastronomía. Y son multitud de dulces típicos los que se preparan en estos días. Los más conocidos son los típicos huesos de santo, buñuelos de viento o pestiños, aunque en cada localidad son muchas las distintas fiestas que se celebran y las exquisiteces que podremos degustar.

Gracias a la multiculturalidad que podemos encontrar dentro de España, en cada región se celebran tradiciones diferentes:

  • La fiesta tradicional en Cataluña es la Castañada. Y el dulce típico que se prepara tradicionalmente son los Panellets.
  • En Galicia, se celebra el Samáin, de origen celta que celebra el fin de la temporada de cosecha. Según cuenta la leyenda, esa noche desaparece el límite entre el mundo de los vivos y de los muertos.
  • En Canarias, celebran la “Noche de los Fianos”, llenando las calles de hogueras, música y bailes.
  • En Cádiz se celebra la Fiesta de Tosantos, donde los Mercados se visten de fiesta.
  • En la localidad jienense de Begígar, cierran las puertas de las casas con gachas, para espantar a los malos espíritus.

Dulces típicos en Castilla-La Mancha

En Castilla-La Mancha toda fiesta va acompañada de una riquísima receta.

En este Puente de Todos los Santos (a pesar de que este año no haya sido puente en nuestra Comunidad Autónoma), como manda la tradición, habrán sido muchos postres que no han debido de faltar en nuestras casas: Castañas asadas, Buñuelos de viento, Huesos de Santo o la Rosca de Nuégados. Quizá este último sea el más autóctono y exclusivo de nuestra tierra, es tradicional de la zona de Valdepeñas en Ciudad Real.

Los núegados manchegos también llamados Roscapiña o Roscatrera, según la localidad. Es un dulce muy antiguo cuyo origen se remonta a la época musulmana de la península ibérica, por lo cual es un postre realizado a base de Harina, Huevos y Miel.

 

Receta Rosca de Nuégados

INGREDIENTES

Para la masa utilizaremos:

  • 450g de Harina de repostería
  • 4 Huevos
  • 4 cucharadas de Aceite frito
  • 2 cucharadas de Vinagre
  • Ralladura de un limón
  • 2 cucharadas de Azúcar
  • 150g de Miel

 

ELABORACIÓN

En un bol, añadimos la mitad de la harina y hacemos un volcán. Añadimos los huevos, el aceite frito, la ralladura de limón, el vinagre y el azúcar. Vamos amasando y agregando la harina restante hasta que no se nos pegue la masa a las manos.

Una vez bien amasada la masa, en la encimera y sobre un poco de harina, vamos creando tiras de masa de un dedo de grosor. Dejamos que se cree una corteza alrededor de la masa. Si vemos que sólo se forma por un lado, le vamos dando la vuelta.

Después, pondremos abundante aceite en una sartén, lo calentamos y vamos cortando las tiras en trocitos de 1 centímetro formando bolitas. Añadimos los nuégados a la sartén y dejamos que se doren.

Una vez fritos, calentamos la miel en una cazuela.

Cuando la miel esté en su punto, añadimos todos los nuégados y vamos removiendo hasta que todos queden impregnados. Cuando todos tengan miel, los pasamos al plato elegido y vamos formando la rosca. Y listo para comer.

 

Y vosotros, ¿qué dulces habéis hecho o probado en esta festividad de Todos los Santos?